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  1. Artículo original de mi amiga Seiren, que pueden ver en su blog (y gracias por la reseña, después de sufrir 50 Sombras no aguantaría leer un libro igual o peor)


    He leído el primer libro de la Saga/Trilogía/No sé ni me interesa: After. Y publico esta entrada porque he quedado traumatizada. No sé qué tanta atención mediática ha tenido esta “novela”, sólo espero que no haya alcanzado los extremos de Cincuenta Sombras de Grey. Que AFTER es igual, incluso peor. 

    Wattpad molestaba tanto con el anuncio de la novela (la editada y vendida) que terminé cayendo y comencé a leerla. (Esto va para largo) 

    No tengo ni la menor idea de cómo alguien puede encontrar esto romántico. 

    He quedado tremendamente horrorizada, y me horrorizo más al leer comentarios tachando esto de romántico. Esto es abuso, violencia, manipulación, mentira. Es todo menos amor. 

    Y cuando al inicio decía que puede ser incluso peor que 50S, lo digo porque 50S se presenta como una fantasía un tanto alejada de la realidad de las lectoras. Nunca nadie va a conocer a un tipo así de rico y psicótico, porque los ricos sólo se llevan con ricos o pagan prostitutas finas, y los psicóticos están hospitalizados o presos. Con todo y las estupideces cometidas por las lectoras, y los casos en que lamentablemente si encontraron a un Christian Grey (ya saben, las noticias donde la mujer murió por imitar prácticas del libro), no es una realidad tan próxima a la de las lectoras (o al menos así me quiero engañar, porque no puedo creer que se acepte tanta estupidez, sin más). Las que tuvieron sentido común supieron desde el inicio que sólo era una fantasía estúpida y abusiva, pero no les planteó más influencia que esa, no como a otras más idiotas (perdón por el lenguaje, pero esto me enoja). Ahora bien, en AFTER, los dos protagonistas son universitarios comunes y corrientes, como tú, como yo, lo que crea una sensación de cercanía. Una sensación de “posibilidad” puede decirse. 

    Y viendo las noticias, y viendo la vida de amigas y amigos, incluso de familiares, no pueden venir a plantarme cara y decirme “sólo es ficción”. En primer lugar, es un argumento estúpido. Las ideas nunca son ficción, son reales. Son reales y se implantan en tu inconsciente y a ciegas comienzan a buscarse porque hay algo dentro, algo que no distingues que te es aparentemente ajeno, que te mueve. Porque eso es lo que es el inconsciente. No tienes poder sobre él. 

    Con esto tampoco se quiere decir que todo lo que se escribe tiene que ser ideal y sano. No. Para nada. No intenten tomarlo por ahí, conmigo no les funcionará. Suceden cosas muy feas en el mundo. Ahora bien, hay que replantearlo: digamos que nos presentan esta misma historia con un tono más noticioso (que ya abundan noticias de esto): chica se suicida (no es el caso de la novela, pero es un ejemplo) porque el novio apostó su virginidad con los amigos. Se imaginan a la reportera, la cintita informativa abajo, y la cara de consternación de esa mujer mientras le dice a otras mujeres que hay que tener cuidado, y se precavidas. En las noticias hay cierto distanciamiento, y cierta objetivismo (depende del noticiero, claro). En estas novelas rosas cutres, no lo hay. De hecho, se busca lo contrario, se busca que las jóvenes y los jóvenes se sientan identificados con personajes, situaciones y sentimientos. Estas novelas buscan que la lectora o el lector diga: sí, es algo que me puede pasar. 

    Y efectivamente, es algo que pasa día a día, pero no de la manera rosa, romantizada e idealizada que presentan estas novelas. Esto es un absurdo inmenso que no sé cómo ha tenido cabida en tantas cabezas. Es algo que tiene que desaparecer. Porque mi problema no es el contenido, es cómo lo presentan. Esta idealización tiene que desaparecer porque es dañina. Porque las relaciones que tienen los jóvenes hoy en día ya son lo suficientemente tóxicas como venir a cagarse más en ellos. Porque no se les educa. Porque se les ve con un libro y ya con eso creen que se está formando. Si existe la creencia que un buen libro nos educa, ¿por qué resulta tan inconcebible que un mal libro nos afecte de una manera negativa? 

    Pero, hablando un poco de la historia. Recuerden que sólo leí el primer libro (no pienso leer los demás) así que mis impresiones sólo están basadas en esto. 

    Tessa es esta chica normal, con buenas notas, que se desvive por complacer a su madre. Tiene un novio, Noah, buena gente. Tessa llega a la residencia universitaria, donde conoce a Steph y compañía, dentro de esa compañía se encuentra Hardín, quien desde el inicio es grosero con Tessa. ¡Ah! Pero es “guapo” para chuparse los dedos y todas esas babosadas ridículas e inverosímiles. 

    Comienzan a frecuentarse porque en una fiesta, durante un verdad y reto, Tessa confiesa ser virgen. En este momento nadie se lo plantea, pero al final del primer libro Tessa se entera que Hardín sólo se le ha acercado por una apuesta. Apostó dinero con sus amigos para ver quién le quitaba la virginidad. Hermoso, ¿verdad? Ruedan lágrimas de cocodrilo por mis mejillas. Es que, a pesar de la humillación, mientras trataba de llevársela a la cama, ¡ha terminado enamorado de ella! Dios mío, ¡qué cosa más hermosa! A esto aspiro yo en la vida, a que me declaren su amor humillándome, manipulando mi vida sexual y todo eso. *Más lágrimas de cocodrilo*. 

    Claro, durante todo este proceso de “desvirgamiento” (en el buen léxico, claro) él no tuvo la decencia siquiera (digo, si iba a desflorar a la cipota para ganar dinero, por lo menos hacerlo con algo de clase, hay que ser badass con estilo, hombre) de ser amable con ella. No. El tipo es tan imbécil que por todo se enoja, y se muestra tan celoso y posesivo, que sólo le falta el taparrabo y el mazo y “¡hunga, hunga!” (sin ánimos de ofender a nuestros ancestros, que estos defendían su comida). Pero ella está enamorada de él. Y claro, lo comprendo, ¡es que es tan guapo! Y sus tatuajes, joder ¡dayum! Y su pasado oscuro y tormentoso (porque todo aquel que tenga un trauma de la infancia tiene permiso expreso para tratar a todo el mundo como una mierda, es normal y aceptable, es ley). Y la cereza del pastel: lee a Austen y a las Brontë. No, es el hombre perfecto. 

    ¡Dónde estás, mi hombre perfecto! 

    Se deja influenciar tanto por él, se crea tan pronto esta relación enfermiza de dependencia, que Tessa rompe con su novio, que es lo sensato, después de haberle puesto los cuernos tantas veces; y con su madre. Que es cierto que la mujer es una controladora igual, pero si vas a escapar de una controladora no vayas a caer a las manos de un controlador. ¡Entonces en qué estamos, niña! 

    Se mudan a los casi tres meses de haberse conocido. Es amor, les digo, ¡ni se les ocurra decirme lo contrario! Pero la dinámica es la misma: están acaramelados, pelean, ella tiene miedo de decir lo que piensa, él pide perdón y dice que intentará ser mejor, que por ella quiere ser mejor persona, pero viene y vuelve a ser grosero y ofensivo, y acepta que es grosero y ofensivo porque quiere lastimarla, pero es que a veces así es él, sólo quiere lastimar a la gente. Y blablablá. Le cuenta su trauma de la infancia (que sí es pesado, pero nada justifica el que trates a las personas como mierda) y ella, cautivada, conmovida, y viendo despertar un sentimiento de sobreprotección tan absurdo como inaudito, exclama: ¡ahora lo conozco mejor! Y el amor crece, y ahora ella sabe que tiene que tener más cuidado con él, porque él ha sufrido tanto, TANTO, que ya comprende por qué es tan agrío y mierdero (en el buen léxico) con todo el mundo. ¡El mundo al fin tiene sentido! 

    Pero entonces ocurre lo que tiene que ocurrir (y me salto tanto porque en realidad es una novela repetitiva y aburrida): Tessa se entera de la apuesta. Jesucristo, mi corazón se rompió en pedacitos. Casi entierro la cara en la almohada tratando de contener mis ¡POR QUÉ! Como si no hubiera sido claro desde el inicio la mierda de persona que es Hardín y lo ingenua y estúpida que había sido ella al creerle todito. 

    Es humillada. El único que medio medio la defiende es Tristán, novio de Steph, porque ni ella, a quien Tessa consideraba una amiga, le dijo nada del trato. Los demás chicos se están burlando. Hardín ha ganado y aparentemente se ha llevado un billetón. Claro que para comprobar el “desvirgamiento” tuvo que cumplir ciertos requerimientos protocolarios, claro, para demostrarlo. Lo lógico. Así que guardó el primer condón utilizado, para enseñárselo a los amigos, y de paso, anduvo paseando en su auto las sábanas manchadas de sangre sobre las que Tessa y él tuvieron sexo. El poder del dinero, qué les digo. Claro que él como típico héroe de novela rosa cutre, estaba enamorado de ella, y sintió culpa. Pero habla de esto como si la primera vez que tuvieron sexo hubiera pasado hace mucho, mucho tiempo. Y recuerden: tres meses. Son 700+ páginas de pura mierda desarrollada en un lapso de tres meses. Terrible. Dice él que no sabía que se iba a enamorar de ella, que lo perdonara, que podían arreglarlo. Y etc. Ella llora y llora y se siente una mierda, claro, porque como mierda ha sido tratada todas las 700+ páginas y más sorprende que hasta ahorita se dé cuenta de ello. Se marcha con Zed (otro de los que había apostado su virginidad) y le pide que le cuente todo. Y así termina esta barrabasada inaudita destroza neuronas. Fin. 

    No se ofendan. Es mi impresión y nada más. Puede ser que sí me dice alguien por ahí que la ha gustado y la ha encontrado romántica, yo pierda un poquito la cabeza y cualquier buena idea o sentimiento que pudiera haber tenido o tener sobre esa persona. A estas alturas, ni me molesta ser ofensiva porque todo esto se está volviendo cada vez más ridículo. Y me enoja. Me enoja. ¿Qué quieren que les diga? Esto no es normal. No es simplemente “ficción”. Es la comercialización indiscriminada de una idea aberrante que implanta ciertos ideales en la mente de las personas aunque estos ni lo noten o se empeñen en negarlo. Si se empeñan tanto en negarlo, por algo será. Sólo digo. 

    Es todo. 

    Sean felices. 

    Lean con cuidado. 

    Saludos. 

    PD: Omití el decir que todo esto comenzó siendo un fanfic de 1D porque ni los fanfics son tan malos ni las fanfickers tan huecas y no hay que darle mala fama al género. 
     PD: Pueden ser ofensivos en los comentarios si les he tocado algún nervio, sólo recuerden que de igual manera he de responder.

  2. [Reseña] 50 Sombras de Grey

    martes, 17 de febrero de 2015

    Traducción del artículo Rosie Reviews: Fifty Shades of Grey.


    Rosie Waterland esperaba que toda la película sería un poco cursi y divertida. En cambio, salió del cine al borde de las lágrimas.

    Anoche entré al estreno de “Cincuenta Sombras de Grey” planeando salir con un montón de material ridículo y divertido que sería cómico reseñar. En vez de eso, salí del cine al borde de las lágrimas.

    De verdad lo lamento, chicos. Sé que ayer hablé mucho de como iba a escribir una reseña “totalmente hilarante”. Postée imágenes de la alfombra y twiteé en mayúsculas a la primera señal de pubis.

    Pero lo arruiné. Lo arruiné en grande. Fui a ver esta película pensando que serían dos horas de risas clase B sobre bondage, algo de lo que me podría reír. En realidad, fueron dos horas de un material sumamente perturbador sobre una relación abusiva que me dejó consternada.

    Y ahora me avergüenza haber bromeado sobre eso.



    No he leído ninguno de los libros de Cincuenta Sombras, así que anoche fui al cine a ciegas. Creo que ese fue mi problema. El fenómeno sólo ha estado en la periferia de las cosas que me importan. Honestamente pensé que la historia era sobre una mujer joven, sexualmente inexperta, que encuentra un hombre marginalmente mayor que ella con gran experiencia sexual y le enseña todo lo que necesita saber en tres libros repletos de escenas sexuales.

    Yo tenía entendido que el sexo versaba alrededor del sadomasoquismo, lo que con mi limitado conocimiento del tema, asumí que incluiría un poco de sogas y nalgadas y... no sé, ¿vendas?

    Pensé que los libros eran sobre sexo pícaro, ligeramente morboso. Sexo que mezclaba placer con un poquito de dolor, algo que hace a las amas de casa alrededor del mundo leer las novelas con una mano libre. Y estoy de acuerdo con que las mujeres se den placer a si mismas. Así que fuera de estar contenta por algunas mujeres sexualmente reprimidas logrando descargarse, no lo pensé mucho.

    Escuché los rumores sobre grupos opuestos a la violencia doméstica que pretendía boicotear la película, pero con mi limitado entendimiento de la historia, asumí que sería porque involucraba una mujer siendo físicamente lastimada por un hombre durante el coito. Y mi opinión era, bueno, si son dos adultos que actúan bajo consenso y ser atados y nalgueados es lo suyo, entonces, ¿cuál es el problema?

    Pero yo no sabía que Cincuenta Sombras de Grey no es sólo sobre sexo. También se trata de una perturbadora y manipuladora relación abusiva.

    Así que cuando promediaba la hora y media durante la proyección de anoche, tuve una horrorizada reacción tardía. De pronto entendí que miraba un film que glorifica el abuso doméstico.

    La relación entre Christian Grey y Anastasia Steele es una de las más jodidas que jamás haya visto retratadas en la pantalla grande.

    Y déjenme ser clara para las mujeres que defienden estos libros porque les dieron un despertar sexual: cuando digo abuso doméstico, no me refiero al sexo.

    De hecho, considero al sexo lo menos ofensivo de la película. El “Cuarto de juegos” de Christian fue todo lo que yo esperaba, desde el punto de vista de la comedia. Parecía como la casa que te imaginás por domicilio del 'gimp' de Pulp Fiction. Grey ató a Anastasia y ambos hicieron muchas cosas sexys con látigos y plumas y el placer de ella parecía tan importante como el de él, lo que es una bocanada de aire fresco en un blockbuster.

    Pero saquemos el sexo de la ecuación por un minuto. Porque yo estaba sentada en ese cine anoche y terminé sorprendida por lo que vi. Y por lo que millones de mujeres han aceptado como un tipo de relación al cual aspirar.

    Christian conoce a Anna. De inmediato se obsesiona con ella. Deduce donde trabaja y se presenta sin avisar. Rastrea su teléfono una noche y la confronta en la calle. Incluso se mete en su casa y la shockea al entrar a su dormitorio mientras está sola.



    Cuando comienzan a salir, él se pone de inmediato en una posición de absoluto control. Juega con sus emocionas y la confunde haciendo cosas tiernas, como besarla, y luego la aleja. Se niega a compartir la cama con ella hasta después de haber dormido juntos. En pocos días, ella ya llora por sus maltratos. Anastasia se descubre si misma mirando con anhelo a las parejas que se ven felices y afectuosas.

    Él le compra una computadora para poder contactarla cuando él quiera. Él vende su auto y le da uno que le parece apropiado, todo sin preguntarle. Le dice que ella no puede decirle a nadie sobre lo que hay entre ellos, de otro modo, todo termina. Es decir, la aísla de sus amigos y familiares.

    Él le dice que debe vestir la ropa que él decide. Tiene que ir al médico que él decide y usar el tipo de anticonceptivo que él decide. Debe comer lo que él decide. No tiene permitido beber en exceso. Le dice que es su trabajo complacerlo y que si no lo mantiene contento siguiendo estas específicas instrucciones, todo termina.

    Grey se pone furioso cuando descubre que Anastasia planea un viaje a casa de su madre, en otro estado, sin preguntarle. La tira sobre sus hombros y grita “ERES MÍA. TODA MÍA. ¿ENTIENDES?”



    Para este punto, Christian tiene absoluto control sobre Anna. Él decide cuando se ven, cuan cariñosos son entre ellos y con quién puede hablar Ana. Sus amigos y familiares pueden afirmar que ella no es feliz.

    Pero, sobre todo, Anna está confundida. Cada vez que ella trata de acercarse a Christian no sabe si él va a ser receptivo o distante. Él es inconsistente y, desesperada por aferrarse a los pocos momentos en que él la trata bien, esa inconsistencia mantiene a Ana en una postura de sumisión. Ella pareciera creer que si se queda, si sigue intentando, encontrará el modo de hacerlo feliz y, finalmente, él dejará de maltratarla.

    Ana está atrapada en medio de una relación emocionalmente abusiva.

    Ahora, tomen todo lo antes descrito y agreguen un poco de sado. Entonces, tomen todas las condiciones que Christian impuso a Ana y véanlas en el contexto de un contrato oficial sado que él le hizo firmar.

    Así es como la película maneja el abuso doméstico. Es abuso emocional disfrazo como sexo pícaro bajo contrato. Es violencia de género disfrazada de fantasía sexy.

    Y es una jugada sutil, genial. Poniendo este tipo de relación abusiva en el contexto de un billonario sexy que necesita ser amado, hace ridículamente fácil convencer a las audiencias del mundo de cuan aceptable es este tipo de comportamiento. No es un pobre borracho lisiado, pegándole a su mujer por no lavar los platos. Christian tiene clase. Es rico. Educado. No es lo que la mayor parte de las mujeres imaginan como un abusador y su forma de abusar no es inmediatamente reconocida por las mujeres.

    Sin mencionar que la combinación de abuso emocional y sado significa que cualquiera que encuentre perturbador el mensaje de la película será tratado de mojigato o acusado de no entender qué implica el BDSM. Los poco definidos límites en esta película implican que cualquier tipo de discusión sobre abuso puede ser rebatida por aquellos determinados a ser obtusos porque les gustan las vendas sexys.

    Pero no hay duda, en mi mente, que la película que vi anoche fue perturbadora, una clara descripción de una relación abusiva y controladora. Esto es violencia de género. No me importa cuantas mujeres hayan aprendido a disfrutar del sexo a causa de Cincuenta Sombras de Grey. ESTO ES VIOLENCIA DE GÉNERO.

    Yo estaba un poco aliviada al terminar la película con Ana decidiendo que sus límites habían sido cruzados. Deja a Christian y es claro que no quiere que la siga. Entonces descubro que vuelve con él y pasan los dos libros que quedan en la misma situación. Con ella aferrándose a sus buenos momentos, esperando que antes o después lo bueno sea cuantitavimente mayor a lo malo. Esperando algún día descubrir como hacerlo feliz, así deja de maltratarla. Esperando que si sigue... sólo... intentando...

    Esto es violencia de género vendido como entretenimiento para San Valentín. Por eso es que casi lloré. Y por es que no puedo escribir una reseña divertida.

    Me avergüenza haber pensado que podría




  3. Traducción del artículo The 13 Most Ridiculous, Insipid, No-Good, Terrible Passages from 'Fifty Shades of Grey'.

    Si nunca volvemos a leer otra frase describiendo la liberación de una "diosa interior", será demasiado pronto.

    Una semana antes que los novios a lo largo del país sean arrastrados a las proyecciones de “50 Sombras de Grey”,  el “drama erótico romántico” basado en el best-seller homónimo, decidimos dirigirnos a la fuente original del material. Nos hizo falta mucho whisky.

    No somos los primeros lectores en adentrarnos en el oscuro mundo del BDSM de E.L. James, juegos de esclavo y crímenes contra la metáfora. 50 Sombras de Grey – junto con la segunda y tercera entrega, 50 Sombras más Oscuras y 50 Sombras Liberadas – ha vendido más de 100 millones de copias en todo el mundo, batiendo el récord en el Reino Unido como el libro de de bolsillo más vendido de todos los tiempos (lo sentimos, Harry Potter).


    Un análisis rápido de la serie: El libro fue escrito originalmente como un fanfiction de Twilight, con el original nombre de “Master of the Universe”, publicado por capítulos bajo el seudónimo de Snowqueen’s Icedragon. 

    De acuerdo con el agente de James, “[Ella] optó por eliminarlo tras algunos comentarios sobre la naturaleza picante del material. Lo dio de baja y pensó ‘siempre he querido escribir. Tengo un par de novelas sin publicar por aquí. Voy a reescribir esto y crear estos personajes icónicos. Christian y Ana’”.

    La novela – nos mata llamarla, así pero hasta que publiquemos un libro que venda 100 millones de copias no estamos en posición para comportarnos como mocosos – reajusta el romance de especies cruzadas entre el vampiro Edward y el arquetipo llorón de Mary Sue, Bella en un Vancouver moderno, Washington. Bella, ahora llamada Ana, es una universitaria virginal de último año que debe entrevistar a Christian Grey, un misterioso billonario de 27 años. Lo específico acerca de lo que sigue realmente no importa: la chica parece incómoda, el muchacho está agresivamente atraído hacia ella pese a su falta de personalidad; la chica corre hacia el muchacho en una tienda local a comprar herramientas para utilizarlas con sus amantes; el muchacho trata que la chica firme un contrato sexual (pero sólo se lo da a entender en el ascensor); él le da la bienvenida a la chica al “Cuarto Rojo del Dolor”, etc. 

    Mete el remix de “Crazy in Love” de Beyoncé y deja que la (obvia y dementemente NSFW) prosa hable por sí misma. No digas que no te lo advertimos.

    Página 25: “O algo así”
    “Su voz es cálida y ronca como un bombón de chocolate y caramelo… o algo así.”

    Página 26: Que nadie acuse a E.L. James por saltarse las clases de neurología.
    “Y de una diminuta parte de mi cerebro que apenas utilizo —seguramente por debajo del bulbo raquídeo, cerca de donde habita mi subconsciente— surge una idea: ha venido a verte.”

    Página 50: Ana es el “Librito Rojo de la Vergüenza”.
    “Siento que mis mejillas vuelven a teñirse de rojo. Se deben parecer a la cubierta
    del Manifiesto comunista.”

    Página 52: Ana se prepara para su acercamiento.
    “Lo imagino como a un director de cine de los viejos tiempos, con pantalones de montar, un megáfono pasado de moda y una fusta. La imagen me provoca una carcajada.”

    Página 75: Christian es una serpiente; el deseo es un líquido visceral humeante y combustible.
    “Tiene los labios entreabiertos. Está esperando, alerta para atacar. El deseo —agudo, líquido y provocativo— arde en lo más profundo de mi vientre.”

    Página 103: De nuevo con metáforas estomacales mezcladas.
    “Las entrañas casi se me retuercen de deseo puro, vivo y pujante.”

    Página 116: La “diosa interior” está inconsolable.
    “La diosa que llevo dentro está fuera de sí, dando saltitos primero con un pie y luego con el otro. La expectación, pesada y portentosa, se cierne sobre mi cabeza como una oscura nube de tormenta tropical. Siento las mariposas en el estómago, además del dolor más oscuro, carnal y cautivador que me produce el tratar de imaginar qué me hará. Por supuesto, tengo que firmar ese condenado contrato… ¿o no?”

    Página 116: Ana reacciona ante una erección exclamando, ¡Madre mía!
    “De repente se sienta, me quita las bragas y las arroja al suelo. Se quita también los calzoncillos y libera su erección. ¡Madre mía!”

    Página 137: La felación le recuerda a Ana un pasillo de helados.
    “Empujo con fuerza y siento su miembro en el fondo de la garganta, y luego en los labios otra vez. Paso la lengua por la punta. Es como mi propia paleta con sabor a Christian Grey. Chupo cada vez más fuerte... Mi diosa interior baila merengue con algunos pasos de salsa.”

    Página 188: Ana revela que pasó el curso de los clásicos.
    “Me cautivas, Christian. Me abrumas. Me siento como Ícaro volando demasiado cerca del sol”

    Página 198: La palabra "atrás" es usada, y se muestran las virtudes del aceite para bebés.
    “Se sienta a mi lado y vuelve a bajarme con cuidado los pantalones. Sube y baja, como las bragas de una puta, observa con amargura mi subconsciente. Le digo mentalmente adónde se puede ir. Christian se echa un poco de aceite en la mano y me embadurna atrás con delicada ternura. Desde desmaquillante a bálsamo para un culo azotado… ¿quién pensaría que iba a ser un líquido tan versátil?”

    Página 5.734.437: ¡Christian sólo quiere ser amado!
    “¿Por qué no te gusta que te acaricien?” le pregunto, mirándole a esos ojos gris suave.
    “Porque soy 50 Sombras Arruinadas, Anastasia”.

    Página infinita: la diosa interior ha cambiado las clases de baile.
    “Mi más pequeña diosa interior se balancea en una samba victoriosa y suave”


    La escritura es infamemente terribleTras leerlo, Salman Rushdie declaró que “nunca había leído algo que estuviera tan mal escrito y que fuera publicado. Esto ha hecho que Crepúsculo se parezca a La Guerra y La Paz”.  En el New York Times, Maureen Dowd describió el libro “como escrito por un Brontë carente de talento” (un gran logro, considerando que el único Brontë decente es el hermano Branwell, quien evitó publicar novelas basura con el fin de beber hasta morir). Cuando Publishers Weekly nombraron a E.L. James como la “La Persona Publicada del Año”, el titular del New York Daily News proclamó: “La Civilización se acaba: E.L. James nombrada ‘La Persona Publicada del Año’ por Publishers Weekly.”

    Así que, ¿cuál es la atracción a Cincuenta Sombras? Resulta obvio y a un mismo tiempo completamente misterioso. Los lectores han sido atraídos hacia proclividades sexuales extravagantes en la literatura por al menos cientos de años: Donatien Alphonse François (mejor conocido como El Marqués de Sade e inspiración para el término “sadismo”) creó el concepto de Libertinaje, una filosofía predicada en la estricta indiferencia de las autoridades y lo convencional, la estrella guía de sus escritos en el siglo 18. Venus in Furs, publicada en 1870 por Leopold Van Sacher-Masoch, fue revolucionaria en la descripción de la mujer como figura dominante en una relación de BDSM. Más recientemente, Una Novela Sentimental por Alain Robbe Grillet fue alabada simultáneamente por su brillante escritura y una pesadilla tormentosa de leer debido a las descripciones sexuales de sadismo y tortura. 

    Pero ninguno de estos escritos, todos superiores en calidad, han vendido millones de copias a las amas de casa, universitarias y periodistas a lo largo del mundo. 

    Mientras que nos guardaremos nuestro juicio final de la obra de James hasta que asistamos a una presentación de la película basada en su trabajo, planeamos continuar con nuestra profunda lectura de Cincuenta Sombras con una extensa ducha y algo de Annie Proulx. O quizás Cincuenta Sombras más Oscuras. 

    Nuestra diosa interior está saltando de la anticipación. 

  4. Seguimos con la traducción de Fifty Abusive Moments in Fifty Shades of Grey, un artículo escrito por una sobreviviente de Violencia Doméstica, que nos muestra el libro es una verdadera apología al abuso y violencia en las relaciones sentimentales.

    Cincuenta Momentos Abusivos en '50 Sombras de Grey' - Parte IV



    1.      ¿Extrañaban la manipulación? ¡PORQUE ESTÁ DE VUELTA! En el capítulo 21, Ana ha decidido que definitvamente se quedará con su madre por unos días. Pero primero, ella y Christian tienen sexo en su escritorio. Después de eso, Christian le susurra cosas tiernas y le dice cómo ella "lo seduce", para luego preguntarle si de verdad tiene que ir a ver a su madre. Ana responde que si, que le gustaría un poco de espacio para poder pensar. ¿Y qué hace Christian en respuesta? “abruptamente se retira, haciendo que me contraiga de dolor”. Así es, señoritas. Él logra que esté adolorida “allí abajo” y luego se pone todo resentido y callado con ella. Porque eso es amor, ¿no es cierto? Quiero decir, ese tipo de comportamiento no es en absoluto un intento de manipulación para que permanezca con él, usando la negación del afecto hasta que ella cambie de opinión… ¡¿Verdad?!  Eso tiene el efecto deseado, obviamente, porque cuando Ana va a ducharse poco después, empieza a preguntarse si ha hecho algo malo para hacer que Christian sufra ese cambio de humor. Noticia de última hora: Ana, no hiciste nada malo. Sólo estás en una relación abusiva.

    El té no abusará de ti. Sr. Grey si lo hará.

    2.      ¿Más amenazas, alguien? Si estoy empezando a sonar poco seria en este punto es porque es la única cosa que me detiene de pincharme los ojos con agujas y gritar “¿POR QUÉ? ¡ESTE HOMBRE ES DESPRECIABLE! ¡¿POR QUÉ A LAS MUJERES LES GUSTA?!”. Como dice mi padre: “El humor negro; es como lidiamos con la Fuerza”. Siendo sincera, soy miembro del Ejército Anti Cincuenta Sombras y maldita sea, voy a pasar a través de este blog aún si mi humor tiene que ser más negro que el delineador de un gótico. De cualquier modo, estamos en el capítulo 22 y Ana se marcha para ver a su madre en Georgia. Christian cambia su pasaje a primera clase, lo cual es un gesto lindo, excepto por el hecho de que ella no recuerda haberle dado la información de su vuelo. ¿Es éste es otro caso de acoso? Ella le envía un mensaje desde el aeropuerto para agradecerle el cambio, ya que eso le ha permitido tener un mensaje de un “joven muy agradable”. Christian, siendo un ogro posesivo, responde: “Sé lo que estás intentando hacer – y confía en mí – has tenido éxito. La próxima vez estarás  en una bodega de carga, amarrada y amordazada en un contenedor. Créeme cuando digo que mandarte en ese estado me dará más satisfacción que mejorar tu boleto”. ¿Y Ana? No es capaz de saber si es está bromeando o no, porque lo cree capaz de cumplir esa amenaza. ¡Absolutamente romántico! 

    3.      Mira quién acosa. Siguiendo la broma de Christian (¿lo era?), Ana le envía un mensaje para decirle que no lo ha encontrado divertido y que decirle cosas como esa la asustan. Ella le recuerda, además, que la razón por la que ha ido a Georgia es porque le es difícil pensar con claridad cuando está con él y necesita más espacio. Es aquí en donde una buena pareja diría “Ok. Le daré unos cuantos días de espacio y cuando ella vuelva, retomaremos en donde nos quedamos sin terminar”. Pero no, Christian es un pedazo de mierda abusivo, posesivo y acosador. Así que en lugar de eso, le envía un correo diciéndole que estaba bromeando sobre ponerla en un contenedor y sutilmente empieza a manipularla para que piense que cualquier problema que puedan tener en su relación yendo cuesta abajo es a causa de su incapacidad (de ella) para comunicarse de la forma apropiada. Él finaliza su mensaje prometiendo que se mantendrá lejos de ella mientras visita a su madre, lo cual no debería ser difícil, ya que está cerca de tres mil kilómetros de distancia. Pero es Christian de quien estamos hablando… así que desde luego, antes de que siquiera ella se haya marchado por 48 horas (puede que ni siquiera 24, no puedo recordarlo), Christian se aparece sin aviso en el bar donde Ana está bebiendo junto a su madre. Y él sabe donde su madre vive y cuál es su nombre completo, sin que Ana siquiera le haya facilitado esa información. Porque es un acosador obsesivo y trastornado. Y se supone que nos parezca hermoso y dulce y apasionado el que la haya seguido miles de kilómetros cuando ella explícitamente le ha pedido espacio, porque así es cómo E.L. James hace que Ana reaccione una vez que se repone del impacto. Pero recuerda: Ana pidió espacio. Christian una vez más pone sus necesidades por encima de las de ella. Acosó  a su familia. Esto no es sexy ni romántico. Es controlador y peligroso y viéndolo escrito como algo romántico me hace enfermar en término físico. Oh, ¿Y la mejor parte? Ana se preocupa de que ÉL esté merodeando por ahí porque está enojado con ELLA. No ha hecho nada que justifique un viaje de miles de kilómetros para gritarle, pero su primera reacción es creer que ella ha hecho algo malo. Y eso es gracias a toda la manipulación pasada. Nuevamente, conozco todo eso por experiencia.

    4.       De vuelta al juego “una regla para mí, otra para ti…” Anastasia le cuenta a Christian que no es feliz, porque apenas ella tomó el avión, Christian fue a cenar con su ex, “La señora Robinson”. Ana le explica que ve a la señora Robinson como una pederasta, lo cual es correcto, tomando en cuenta que sedujo a Christian en una relación sumisa y sexual cuando éste no tenía edad de consentimiento. Christian está irritado con Ana por tener un problema con eso y se rehúsa a discutirlo más allá. Comparen esta conducta  con la forma en que reacciona al descubrir que Ana fue por un trago con José (amenazó con golpearla por ello). Una regla para Christian, otra para Ana. Esta relación es enteramente desigual. Esta relación es abusiva.

    ¡Mira! Una bolsa para el mareo de '50 Sombras'! Porque sí; el abuso convertido en "amor" me da ganas de vomitar.

    5.       El mantra del abusador… una vez que Pavoroso McAcosador y Ana están de vuelta en el hotel, Christian empieza a abrirse un poco más sobre su niñez abusiba. Y otra vez, es usada no sólo cómo una explicación de por qué disfruta del BDSM (lo cual es un insulto a  mucha gente que gusta de ese estilo de vida sin tener que sentirse arrastrado a ello por algo terrible de su pasado) sino para que Ana no cuestione su actuar, sino que lo acepte silenciosamente, porque él no puede evitarlo. TON.TE.RÍAS.  Ya que el hace este numerito de “este es el motivo por el que estoy tan jodido” (y tras haber tenido una pareja abusiva que contaba la misma estupidez, puedo decirles que si alguien intenta siquiera manipularlos de esa forma, SALGAN CORRIENDO), Ana decide abrirse a él sobre sus sentimientos tomando en cuenta su “acuerdo”. Ella le dice que no puede ser alguien que no es y que no quiere ser su sumisa. Christian se ríe de ella y luego comenta de forma casual sobre su relación BDSM continuando como algo normal – incluso reconociendo que ella no es una buena sumisa – porque, maldición, Christian quiere toda esta tontería del BDSM, ¡¿a quién diablos le importa si Ana lo desea o no, eh?! ¿Real significado de sus palabras? “Siempre que sigas las reglas… podemos quizá hallar un camino a seguir”. Básicamente "escucho lo que estás diciendo, pero no. Esta relación está bajo mis condiciones”. También se le conoce como “El Mantra del Abusador”. Este tipo es un imbécil. De hecho, en el capítulo siguiente, cuando Ana se inclina por una relación menos sumisa, le dice “Te quiero sumisa en mi cuarto de juegos. Te castigaré si te apartas de las reglas.” Incluso después, en el último capítulo del primer libro, Christian llega tan lejos como para decirle a Ana que espera que siga sus reglas “todo el tiempo”. Negociación Estilo Christian Grey. Estoy lista para renunciar furiosamente a esta vida.

    6.       Ataque físico real. En el capítulo final del primer libro, Ana hace lo que ella ha estado evitando a lo largo de toda la novela; le dice a Christian de que no está verdaderamente dispuesta a ser castigada. Christian, como a todos los cabrones abusivos, le responde manipulándola y recordándole que ella le dijo en su sueño que jamás lo abandonaría. Ana entonces se siente obligada a quedarse con él y le pide que le demuestre cuán dolorosas se pueden poner las cosas. Él procede a golpearla – duramente – con un cinturón, seis veces. Ana se queda sin palabras por el dolor y no usa la palabra de seguridad. Ella cuenta los golpes y su voz es descrita como “un sollozo estrangulado”, por lo que creo que está bastante bien para nosotros asumir que suena trastornada. Christian no para preguntar si ella está bien, como un amo real, sabiendo que ésta es la primera vez que ella ha experimentado dolor real en una sesión. En lugar de eso, sigue golpeándola mientras Ana llora. Después Ana se marcha. Y si el libro hubiera concluido de esa forma o incluso detallando su recuperación de la relación abusiva, no tendría un problema tan grande con todo esto. Pero no. Nos trasladamos directo al segundo libro…

    7.       Aún acosando, aún no respetando el espacio personal de Ana… Ana se alejó de Christian al final del primer libro, ¿sí? Le dijo que nunca podrá darle lo que necesita y tampoco él puede ser lo que ella está buscando, ¿cierto? Así que Christian hace lo que lo que cualquier acosador con respeto por sí mismo hace y le envía rosas y una carta en su primer día de trabajo; luego empieza a enviarle correos y preguntándole si le gustaría dar una vuelta por la exhibición fotográfica de José. ¡Ah, qué dulce! Pero no, no realmente, porque a) él sólo quiere ir para poder ser posesivo y aterrador y asegurarse muy bien de que José no mire a Ana de la forma equivocada y b) quiere verla para así utilizar su terrible tristeza por perderla para manipularla y que vuelva con él. Pero hey, porque E.L. James nos dice que eso es romántico, DEBE SERLO.

    Ah, mi amado "GRAN NO". Te extrañaba.

    8.       Posesión otra vez – porque nunca pasa de moda. Christian asiste a la exhibición fotográfica con Ana y ve siete retratos grandes de ella colgando en el muro de la galería. Procede a comprarlos todos porque “no quiero que ningún extraño te coma con los ojos en la privacidad de su propia casa”. Ella te dejó, hijo de puta. Ella no te pertenece – jamás te perteneció, para ser justos – así que no depende de ti quién se la come con los ojos. Pero por supuesto, Christian aún cree que es dueño de Ana.

    9.      Estás sacándome de quicio, hombre… Ok, ¿abusadores?  Les gusta torcer las cosas de modo que nunca seas quien esté equivocado. Segundos después de la aterradora posesividad que vimos más arriba, vemos a Christian diciendo cosas bonitas de cuan relajada se veía en las fotos. Ana le dice que estaría más relajada a su alrededor si no insistiera en intimidarla tanto. Él le responde que tiene que aprender a comunicarse más. Tal como ven, Ana intenta ser abierta sobre cómo él la hace sentir y él está derrumbándola porque no puede aceptar ningún tipo de crítica. Jamás. Imbécil.


    10. Oh, esperen. ¿No acabamos con la espeluznante posesividad? Siendo un maldito controlador, Christian opta por insistirle a Ana que abandone la exhibición fotográfica y ella acepta porque él ha pasado un libro entero manipulándola en aceptar lo que él dice. Ella se despide de José y él le da un abrazo bien apretado. Esto cela tanto a Christian que una vez que están apartados de la galería, la acorrala en un callejón oscuro y la besa, diciéndole “Tú. Eres. Mía”. No, no lo es. En ese momento, ustedes están separados. No tienes derecho alguno de estar sujetándola en callejones, o en cualquier otro lugar para el caso.

    Leer más:


    Cincuenta Momentos Abusivos en '50 Sombras de Grey' - Parte II

  5. Me voy a meter en un tema con el cual muchos pueden que no estén de acuerdo, pero es una idea que me ha estado rondando desde que vi los post de Anne Rice en su muro de Facebook.

    Pongamos primero la situación en contexto con toda la información básica necesaria.

    Dos de las cosas más criticadas de la saga, es tanto la presentación de la Violencia Doméstica como un ideal romántico (tema ya tratado y que seguirá siendo tratado en el blog), como la redacción de baja calidad de los libros.

    Hace un par de días hablé sobre la originalidad y redacción en '50 Sombras'. Uno de los primeros temas planteados fue sobre la calidad de la redacción de los libros. Esto no es una simple y aislada opinión personal: muchas son las personas comunes y corrientes, que critican la forma en que James escribe, y que incluso han declarado ser incapaces de leer más allá de las primeras 10, 50 o 100 páginas (depende del aguante de cada uno) debido a la terrible forma en que están escrito. Pero una simple búsqueda en Google nos permitirá encontrar muchos expertos (periodistas, escritores, editores y críticos independientes) hablando sobre el tema.

    Teniendo ya este tema en el tapete, vamos a ver lo que Anne Rice publicó hace un par de días en su FB:


    Lo primero que pensé cuando vi esto fue "Anne Rice (al igual que muchos) lo está entendiendo TODO mal.

    No está mal tener fantasías sexuales, sean estas "inocentes" o sea más "pervertidillas". No está mal fantasear con BDSM (verdadero BDSM), ni con hombres de ensueño. Lo que no es correcto es tomar una relación típica entre un abusador y su víctima, en tomar una historia que representa a cualquier mujer (y varios hombres) que haya sufrido violencia doméstica, y presentarla (venderla) como la "relación ideal", como el "romance perfecto", y al hombre abusador como el hombre de los sueños.

    Veamos algunas respuestas de Anne a lo que le comentan los fans en dicha publicación:





    En primer lugar, dice que ella no ve que en el libro se glorifique el abuso emocional. En el segundo comentario. En la segunda respuesta, comenta que en muchas novelas eróticas hay fantasías de violación y sexo no-consensual.

    He leído mucha (al menos lo suficiente, creo yo) de literatura erótica en mi vida, pero al leer esto me da la impresión de que, o no he leído suficiente, o Anne y yo tenemos conceptos diferentes en el tema. Porque en muchas de estas novelas, en efecto, se tratan temas de violación y sexo no.consensual, pero o son situaciones completamente indeseadas, o son permitidas por el/la protagonista al encontrarse dentro de relaciones abusivas y/o de control por parte de la pareja. En ninguna de las novelas eróticas que he leído las violaciones, sexo no-consensual, y el extremo y obsesivo control de la pareja se presentan como una relación ideal a la cual aspirar.

    Y ese es el problema presentado en '50 Sombras'. El objetivo de las campañas alrededor del mundo no es prohibir el libro (o la película) sino poner en el tapete el hecho de que se está romantizando una situación de abuso. Y no, no creemos que toda quien lea (y adore) estos libros se va a meter de cabeza en una relación abusiva, pero ya hay investigaciones (de asociaciones de psicólogos) y datos (desde refugios y centros de ayuda a la mujer) que indica que las más jóvenes, aquellas que tienen poca o ninguna experiencia romántica, sea por madurez u otras razones, si idealizan la relación entre Christian y Ana hasta terminar buscando (y en varios casos, cayendo) en las manos de hombres igual de abusivos que Grey.

    Ese es el tema preocupante. No que las mujeres (u hombres) tengan fantasías sexuales. No que dichas fantasías salgan de lo tradicional. No se critica el BDSM (porque de ese en verdad no hay en los libros). Se critica la normalización de la violencia en las relaciones.

    Ok, es su opinión respecto al tema (fantasías vs. abuso), pero hay otra defensa que viene de parte de Anne Rice, y esta es sobre la "calidad" de la escritura de James en sus novelas:




    Para Anne, la escritura (de la saga) es competente, sin errores, a un nivel 'profesional' y bien editada.

    En serio Anne, ¿leímos los mismos libros? Más allá de que prácticamente todas las respuestas que daba Anne en este tema eran similares (no quise subir más, pero en casi todas se repiten exactamente las mimas palabras y estilo de armar la frase), ¿Cómo es posible que una escritora de su calibre y experiencia, considere a una serie de libros con escaso vocabulario, alto nivel de redundancia y redacción/ilación de un tema digno de final de primaria, como "bien escritos y editados"?

    Yo tenía mi respuesta/comentario listo para postearla en su Facebook, cuando encuentro este otro comentario:


    Espera, ¿me estás diciendo que Anne defiende la trama, la romantización de la violencia y el nivel de escritura de '50 Sombras' porque está obteniendo beneficios económicos de la popularidad de la saga?, ¿es eso posible?

    Espera, ¡es cierto!


    Pues si, resulta que con todo el éxito que ha tenido la saga literaria de E.L. James, la saga erótica de Rice ha repuntado, al punto que una nueva re-edición ya está lista en pre-venta en Amazon. Obviamente, si hay un libro (o saga de libros) que logra sacar a los tuyos del olvido o anonimato y aumentar tus ventas, vas a apoyar a esos nuevos ejemplares, no importa el contenido o la calidad de escritura. O al menos, eso es lo que parece ocurrir en este caso.

    Ok, está bien, está en su derecho de apoyar lo que quiera y sacar provecho de lo que quiera (que puede que llegue quien me arroje a las penas del infierno por todo lo anteriormente comentado), pero aún hay un tema que me preocupa.

    ¿Sabrá Anne Rice que lo que se está vendiendo (y lo que está trayendo más lectores a su saga) es un fan fiction?

    Por si alguien allá fuera no lo sabe, durante casi toda su carrera, desde que los fanfictions se hicieron populares en internet, Anne Rice ha estado no sólo en contra de ellos, sino incluso ha usado cualquier forma o método existente para asegurarse de que no existiera en la red ningún fanfic de su obra.

    Si se busca por la red, una de las primeras cosas que se pueden encontrar es el siguiente comentario en la página de Anne Rice


    Este malestar (por llamarlo suavemente) hacia los fanfics queda reflejada en las historias de los ataques o persecusiones a los escritores de fics (o páginas de fanfics) llevadas a cabo por el personal (legal, probablemente) que trabajaba para Anne, y que aún se pueden encontrar en algunos sitios web de la época:

    This statement was then followed up by attacks on Anne Rice fanfic authors. The attacks consisted of, amongst other things, e-mailed threats regarding not only the writing of fanfiction but any writing that any fanfic author attempted to engage in (regardless of who owned the copyright), attacks on businesses that the fanfic authors owned and weeks of harassing personal letters sent to fanfic author's e-mail addresses and guestbooks. Personal information about fanfic authors was also dug up by Anne Rice employees and used as part of the harassment. Suffice it to say, Anne Rice made her displeasure clear.

    Básicamente, se llegaba a cualquier tipo de límite legal para perseguir a quienes tuvieran incluso la intensión de escribir un fanfic sobre cualquiera de las obras de Anne Rice.

    Lindo, ¿verdad?

    Esta posición al parecer se habría ablandado en los últimos años. Al menos eso se da a entender en la corta declaración de la autora publicada en un artículo de Metro:

    ‘I got upset about 20 years ago because I thought it would block me,’ she says. ‘However, it’s been very easy to avoid reading any, so live and let live. If I were a young writer, I’d want to own my own ideas. But maybe fan fiction is a transitional phase: whatever gets you there, gets you there.’

    La duda es, ¿su posición se ha ablandado lo suficiente, como para considerar 'correcta' la publicación formal de un fanfic y obtener resultados económicos con eso?, ¿o su posición frente a los fanfics depende de si los fan-writers lo hacen sin búsqueda de beneficios económicos, o si buscan comercializar esos trabajos?

    ¿Sabrá Anne que '50 Sombras' es un fanfic?, ¿o creerá (inocentemente) que es una obra original nacida espontáneamente de la mente de E.L. James?

    Yo no tengo la respuestas a estas preguntas. Si alguien allá fuera le ha hecho preguntas similares a Anne Rice (y ella se las ha respondido) agradecería si me las pudieran mostrar.

    Mientras, dejo acá mi malestar ante la posición (de mucho provecho) de Anne al apoyar incondicionalmente a '50 Sombras' frente a todas las críticas (tanto por la trama/romance como por la escritura) que hoy en día caen desde todos los rincones.

  6. Cardiff Women's Aid es un centro de ayuda para víctimas de violencia doméstica ubicado en Cardiff, Reino Unido. Con el estreno de '50 Sombras' en los cines del mundo, han hecho eco de las campañas internacionales de '50 Shades is Abuse' (50 Sombras es Abuso) con estos impactantes afiches que usan citas reales de los libros.