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  1. Seguimos con la traducción de Fifty Abusive Moments in Fifty Shades of Grey, un artículo escrito por una sobreviviente de Violencia Doméstica, que nos muestra el libro es una verdadera apología al abuso y violencia en las relaciones sentimentales.

    Cincuenta Momentos Abusivos en '50 Sombras de Grey' - Parte II


    1.      No tiene consideración por su bienestar emocional o físico cuando toma su virginidad. Anastasia Steele es una virgen. Incluso va tan lejos como para decirle a Christian que jamás se ha dado placer a sí misma. O simplemente dicho, es no tiene absoluta experiencia en el sexo y está claramente nerviosa. Entonces ¿cómo nuestro "héroe" liberará a Ana de su odiosa virginidad? Le dice “Voy a cogerte ahora, señorita Steele… duro”. Y desgarra su virginidad, haciéndola gritar. Luego le dice que quiere que esté “adolorida”. Incluso si te gusta el sexo duro, cuando tomas la virginidad de una chica, de seguro que tienes un poco de consideración por el hecho de que su primera vez pueda ser dolorosa. Pero no, no Christian “soy-un-cabrón” Grey. Sólo se preocupa por sus propias necesidades sexuales. ¿A quién le importan las de ella, eh?

    2.      Tendencias aterradoras y posesivas. Una vez que el sexo ha ocurrido, Christian no hace esfuerzo alguno para esconder su naturaleza posesiva. Durante su segundo encuentro sexual de la tarde, le dice a Ana: “Cada vez que te muevas mañana, quiero que recuerdes que he estado aquí. Sólo yo. tú eres mía.” Um, ¿Christian? Ella se pertenece a sí misma. Y tú eres un imbécil.



    3.      Posesión (otra vez). En el capítulo 10, momentos después de conocer a la madre de Christian, Ana recibe una llamada telefónica de su amigo José. Tengan en mente que Ana no tiene control en quién la llama en cualquier momento dado, aún cuando devuelva las llamadas. Christian está obviamente enojado porque ella le ha estado hablando a otro hombre. Este comportamiento es tan enfermizo que sé de doctores increíblemente hábiles que no serían capaces de salvarlo. Christian literalmente no tiene el derecho de enojarse porque ella le habla a otro ser humano que resulta tener pene.  Pero lo está. Porque él es un desperdicio de tinta de impresora. Cuando Ana le dice a Christian que quiere hacer una llamada telefónica, él asume automáticamente que es a José (en realidad, ella quiere llamar a Kate) y le dice: “No me gusta compartir, señorita Steele, recuerde eso”. Esto lleva a Ana a preguntarse “qué le sucedió al hombre generoso, relajado y sonriente que me estaba haciendo el amor hace media hora”. Bueno, Ana, él ya obtuvo lo que quería de ti y ahora está mostrando su verdadera cara. CORRE.

    4.      Control (otra vez). Créanlo o no, todavía estamos en el capítulo 10… Christian, habiendo estado de un humor malísimo con Ana desde la llamada telefónica con José, le dice que se apresure y firme su contrato de BDSM, para así “poder detener todo esto”. Cuando Ana le pregunta qué quiere decir, le explica que lo que desea detener es “tú, desafiándome”. ¿Desafiándolo? Al querer hablarle a su mejor amiga sobre sexo o por recibir una llamada telefónica que ella no pidió. Esto no es BDSM, es sobre querer un nivel enfermizo de control sobre cada aspecto de la vida de Ana. En la realidad, un hombre con ese grado de obsesión sobre el control no es una buena pareja y aún así, E.L. James desea que nos deleitemos con esto y fantaseemos con Christian como si fuera el obsequio de Dios para las mujeres. NO.

    5.      Una regla para él, otra para ella… en el capítulo 11, Ana lee el “contrato sexual” que Christian le dio. Un párrafo particularmente preocupante le informa que “el amo se reserva el derecho de dar permiso a la sumisa para marcharse de su servicio a cualquier momento y por cualquier razón. La sumisa puede solicitar su libertad en cualquier momento, solicitud que será otorgada a la discreción del amo…” por lo tanto, Grey puede decidir que puede deshacerse de Ana como un saco de patatas en cualquier momento que se le dé la gana, ¿Pero ella tiene que pedirle permiso para terminar su acuerdo? De nuevo, esta es una manera en que Christian mantiene todo el poder en la relación y le niega a ella todo el suyo. ¿Relaciones como ésa? No son sanas.



    6.      Manipulación (¿Qué? ¡¿Más de ella?!) ¿Recuerdan la última vez que vimos a Christian Grey? Estaba enfadado con Ana por tener la audacia de recibir una llamada telefónica que no sabía que recibiría. Estaba reteniendo el afecto y en general haciéndola sentir confundida y molesta. Consecuentemente, Ana ha estado pensando sobre no firmar el contrato sexual. En el capítulo 11, sin embargo, Christian le envía algunos correos coquetos y amistosos y ¡BAM! – Ana está toda emocionada y feliz nuevamente. Esta es la forma en la que los abusadores operan, señores. Te hacen sentir triste y/o confundida sobre lo que pudiste haber hecho para que se enojara contigo, luego cuando quieren algo de ti (como cuando Christian quiere que Ana firme el contrato), cambian los engranajes y se vuelven todo sonrisas, haciendo que la persona a la que están manipulando se sientan especiales y deseadas otra vez. Este alivio que fluye a través de las venas de la persona es lo suficiente para hacerlos olvidar el comportamiento desagradable que vino antes y todo el ciclo del abuso continúa. Yo era esa persona siendo manipulada. Y era este abuso emocional entre Christian y Ana lo que realmente tocó un nervio cuando leí los libros. ¿Glorificar la peor experiencia de mi vida? Ah E.L. James. Eres muy amable.

    7.      Sin respeto por los deseos de Ana. Por el capítulo 12, Ana tiene otra duda y ha decidido que no está segura si puede manejarse con una relación completa como la que Christian insiste en tener. Ella le envía un correo diciéndo que fue un gusto conocerle, y luego se ríe sobre el pequeño chiste que saca. ¿Él verá el lado divertido, cierto? Incorrecto. Christian se aparece horas más tarde en su apartamento, diciéndole que quiere que le responda a su correo en persona. No hay nada de tierno sobre su conversación. Ana está claramente intimidada por él y piensa “Si le digo que era una broma, no creo que se impresione”. Además, está buscando alrededor de su dormitorio un método para escapar. Si ésa no es una bandera roja, realmente no sé qué es. El hecho es que, si Christian tomó el correo en serio y pensó que Ana no estaba dispuesta a verlo de nuevo, debió haber respondido y preguntar por qué o simplemente quitársela de la cabeza y buscar a alguien más. ¿Aparecerse en su casa cuando ella lo está rechazando y él no está seguro si es una broma o no? Horrible. Y después en el capítulo acepta abiertamente que no pensaba que fuera una broma; merodea por allí porque estaba enojado y se acuesta con ella para persuadirla para que cambiara de opinión. Este sujeto es una mierda.

    8.      Violación. Christian se aparece sin ser invitado. Procede a intentar seducir a Ana, dado que eso es todo lo que hace. Ana le dice que no quiere tener relaciones y que prefiere conversar. “No’, protesto - apartándolo”. Pero este es Christian Grey. El cubo de escoria abusiva que sólo considera sus propios deseos. Así que, escuchando a la mujer por quien dice preocuparse dar un “no” muy claro en cuanto al sexo, él responde con estas palabras: “Si forcejeas, ataré tus pies también. Si haces un ruido, Anastasia, voy a amordazarte. Quédate callada. Probablemente Katherine esté oyendo afuera ahora mismo”. Entonces procede a tener sexo con ella, a pesar del intento de ella de apartarlo y decirle que “no”. No entiendo cómo la gente no percibe esto mínimo como un asalto sexual, pero aparentemente, dado a E.L. James escribe que Ana disfruta el sexo que Christian le forzó tener, tenemos que ignorar el hecho de que ella le pidió que se detuviera y él no lo hizo. Ni siquiera sé cómo alguien puede defender esa escena pero les prometo, que he tenido un puñado de fans de Cincuenta Sombras intentándolo.

    9.      Amenazas abiertas. El capítulo 13 muestra una cita con cena durante la cual Ana y Christian discuten los aspectos más finos del “contrato sexual”. Christian le dice que estarán comiendo en una sala de cena privada. Ana le dice que prefiere quedarse en público, en suelo neutral. Le pregunta a ella, “¿tú crees que eso va a detenerme?”. Básicamente, no sólo se rehúsa a escuchar la petición de Ana sino también está diciéndole que no estaría a salvo de sus avances donde quiera que estén. ¿¡Es este el tipo que la cultura pop nos quiere meter con cuchara y todo?! No gracias, no tengo tanta hambre realmente. 




    10. Usar el sexo como arma. Me parece que un montón de fans de Cincuenta Sombras les gustan estos libros porque se emocionan por un tipo que sabe exactamente lo que quiere sexualmente. Es una expresión estándar bastante común en la (literatura) erótica y puedo ver el atractivo. Pero Christian Grey usa el atractivo que Anastasia ve en él para manipularla e intimidarla en cada movimiento. Incluso ella misma lo reconoce: “No puedo lograrlo. Es su arma más potente, usada contra mí.” Cada vez que Ana cuestiona algo o se aproxima a decir que no a algo, Christian empieza a seducirla, usando palabras y acciones que están calculadas para hacerla ceder. Cuando Ana le dice que no quiere quedarse por la noche con él en el capítulo 13, él se vale de besos apasionados y palabras bien seleccionadas para intentar manipularla y hacer que cambie de opinión. Obtener consentimiento de esa forma es coerción en su máxima expresión, abuso directo y categórico de lo peor y es prueba de que Christian la ve, en las propias palabras de Ana, como “una vasija vacía, que es llenada a su capricho”. Eso no es sexy, señoritas. Por el amor de Dios; si un tipo sólo está interesado en convencerte hasta el cansancio que de que le digas que sí a todo lo que él quiera, sin la minúscula sombra de consideración por tu verdadero bienestar, es un cretino TOTAL. Evítalo. 


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  2. 1 comentarios:

    1. Unknown dijo...

      Toda la razón, es un completo abuso, pero así esta la mentalidad de la gente, les gusta sólo por las escenas eróticas y un poco sádicos, pero no ven el trasfondo

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