Según un estudio de la Universidad Estatal de Michigan, las mujeres que han leído el best-seller erótico son más propensas a tomar malas decisiones. Como leer "Fifty Shades of Grey"
A '50 Sombras de Grey' se le ha llamado de toda forma, desde "porno para mamás" hasta "manual para la tortura sexual", y bajo la luz de un nuevo estudio sobre el efecto de la novela erótica en mujeres jóvenes, podemos agregar "verdadera mala influencia" a la lista.
De acuerdo con la investigación de la Universidad Estatal de Michigan, las mujeres jóvenes que han leído '50 Sombras de Grey' son más propensas a mostrar signos de trastornos de la alimentación y a tener una pareja verbalmente abusiva. Aún más, las mujeres que han leído los tres libros de la saga fueron más propensas a beber en exceso y tener múltiples parejas sexuales -todos estos comportamientos comúnmente exhibidos por mujeres dentro de relaciones abusivas.
"Ficción o no, millones de mujeres están consumiendo los mensajes en '50 Sombras' que normalizan y glorifican la violencia contra la mujer, bajo el pretexto de romance y erotismo ", señala la introducción del estudio. La novela, escrita por la autora británica E.L. James, muestra la relación entre el la recién graduada Anastasia Steele y Christian Grey, un magnate de los negocios que la lleva al mundo BDSM-bondage, disciplina, sadismo, masoquismo.
Los investigadores encuestaron a 655 mujeres entre los 18 y 24 años y encontraron que los lectores de la primera novela tenían un 25% probabilidades de tener una pareja que les gritara o insultara, el 34% de probabilidades de tener una pareja que mostrara tendencias acechadoras, y más del 75% de probabilidades de haber consumido pastillas para adelgazar o haber ayunado durante más de 24 horas.
Las lectoras de los tres libros eran un 65% más propensas a beber en exceso, y un 63% más propensas a tener cinco o más parejas sexuales durante su vida.
Cabe señalar que el estudio, publicado en el 'Journal of Women’s Health', no fue capaz de demostrar causalidad (entre el libro y las observaciones). Pero de acuerdo con la autora principal del estudio, Amy Bonomi, presidente y profesora del Departamento de Desarrollo Humano de la MSU, la fuerte asociación vista entre la novela y los comportamientos negativos es preocupante, sin importar cómo se mire.
"Si las mujeres han experimentado previamente comportamientos malos para su salud, como los desórdenes alimenticios, leyendo '50 Sombras' podrían reafirmar esas experiencias y, potencialmente, agravar el trauma relacionado", dice Bonomi. "De la misma forma, si leen '50 Sombras' antes de experimentar estos comportamientos de salud (observados en nuestro estudio), es muy posible que los libros hayan influido en la aparición de estas conductas."
Esta no es la primera vez que las novelas reciben un ataque. Un estudio anterior realizado por Bonomi, que analizaba la relación (de pareja) mostrada en el libro - de acuerdo a la definición de abuso doméstico del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) - encontró que perpetúa (la idea) de la violencia contra las mujeres. Y a principios de este año un médico propuso que la promiscuidad promovida podría ser el culpable del aumento de las infecciones de transmisión sexual entre las personas mayores de 50 años.
Al igual que ocurre con la música rap y los videojuegos violentos, culpar a un éxito de ventas por los males de la sociedad puede parecer absurdo y exagerado, pero el estudio está respaldado por gran cantidad de literatura (estudios) que han encontrado una relación entre los medios de entretenimiento y el comportamiento de las personas en la vida real.
"Todos estamos influenciados por el contexto social más amplio en el que vivimos", dice Bonomi. "Todos estamos expuestos a la música, la televisión, las películas, las revistas hiper-sexualizada y la ficción, y cuando estas cosas normalizan y glamorizan la violencia doméstica, podemos hacer que sea difícil para las mujeres jóvenes reconocer las señales de abuso dentro de sus propias relaciones."
Aun así, Bonomi no está abogando por la quema de libros. Más bien, ella espera que los padres y las escuelas tengan un papel activo en la educación de los jóvenes sobre la importancia de las relaciones saludables y de la imagen corporal. "Nosotros defendemos que a los niños y adultos jóvenes se les enseñe a consumir ficción con un ojo crítico", dice ella. "Tienen que ser capaces de reconocer la diferencia entre las conductas saludables y no saludables."
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